En un encuentro con un centenar de líderes empresarios, el presidente también agregó que “no es un accidente, sino parte central de lo que estamos batallando”.
El dirigente se negó a declarar hoy ante Armella, el juez federal de Quilmes que ordenó su captura por asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión, y fue trasladado al penal de Ezeiza.
El sindicalista estuvo desde anoche hasta hoy a la tarde en la sede del organismo en la capital bonaerense y amenazó con «prender fuego la provincia» si lo «llegaban a detener».