«Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil pero siempre valiente del papa Francisco, que bendecía a Roma», expresó Robert Prevost desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Desde el balcón de la basílica de San Pedro, apenas minutos después de que el cardenal Dominique Mamberti anunciara su nombre como nuevo pontífice, el estadounidense Robert Prevost pronunció sus primeras palabras como papa bajo el nombre de León XIV, con un mensaje centrado en la paz, el diálogo y la continuidad espiritual de su predecesor, Francisco.
«Que la paz esté con todos ustedes», fueron las primeras palabras del flamante papa, quien eligió dirigirse con un tono sereno y reflexivo, con reiteradas menciones al legado del pontífice argentino fallecido recientemente.
«Queridísimos hermanos y hermanas. Este es el primer saludo del Cristo resucitado, el buen pastor que dio la vida por la gracia de Dios. Me gustaría que este saludo de paz entrase en su corazón y a todas las familias, en toda la Tierra», continuó el nuevo líder de la Iglesia Católica. «La paz esté con ustedes».
En su alocución, León XIV destacó: «Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada y desarmante. También perseverante. Viene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente. Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil pero siempre valiente del papa Francisco, que bendecía a Roma».
El papa estadounidense recordó con emoción la última aparición pública de Francisco, pocas horas antes de su muerte: «El papa que bendecía a Roma, daba también su bendición al mundo entero esa mañana del día de Pascua. Permítanme darle continuidad a esa bendición: que Dios los ama a todos, el mal no prevalecerá. Estamos todos en las manos de Dios».
«Gracias, papa Francisco», expresó con énfasis el sucesor de Pedro, quien fue considerado cercano al pontífice argentino y comparte su perfil reformista y progresista.
En un mensaje dirigido a los cardenales que lo eligieron en la cuarta votación, León XIV afirmó: «A caminar junto a ustedes como una Iglesia unida, buscando siempre la paz y la justicia buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo a anunciar el Evangelio, a ser misioneros». Y añadió: «Debemos buscar juntos ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes y el diálogo siempre abiertos a recibir a todos, a todos aquellos que necesitan nuestra caridad nuestra presencia».
También subrayó su intención de continuar el camino sinodal iniciado por su antecesor: «Una iglesia sinodal, una Iglesia que camina una iglesia que busca siempre la paz. Busca siempre estar cerca, especialmente de los que sufren tanto».
En un guiño emotivo a sus raíces pastorales, Prevost se dirigió en español a la comunidad que acompañó su misión en Perú: «Y si me permiten también una palabra, un saludo… a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú».
Y agregó: «Un país donde un pueblo fiel acompañó a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto tanto para seguir siendo iglesia fiel de Jesucristo».
Robert Prevost, de formación agustina, trabajó durante años en distintas misiones en Perú, y en 2015 fue nombrado obispo de Chiclayo por el papa Francisco. Desde allí construyó un fuerte vínculo con la comunidad local, que ahora lo ve asumir el máximo liderazgo espiritual del catolicismo.
El nuevo pontífice cerró su primera aparición con una oración: un Ave María para pedir a la Virgen «por toda la Iglesia por la paz en el mundo».
