Las malas condiciones climáticas habrían ocasionado el despiste y el posterior accidente. Pese a la gravedad del suceso no se registraron muertes.
Un avión con 117 pasajeros se partió en tres pedazos al aterrizar en el aeropuerto de Sabiha Gökçen, Estambul, tras haber partido horas antes de la ciudad turca de Esmira.
La aeronave, de la compañía local Pegasus Airlines, descendió a la pista en medio de malas condiciones meteorológicas, provocando el despiste y la posterior rotura del chasis, y dejando un saldo de 52 heridos. Según investigadores los radares de la torre de control mostraban líneas de lluvias y tormentas eléctricas, lo que habría ocasionado el siniestro.
Tras el suceso, el gobernador de la provincia del noroeste del país, Ali Yerlikeya, declaró en un comunicado: “Nuestras ambulancias transportaron a hospitales de la región a 52 personas heridas en Sabiha Gökcen”, y ordenó también el cierre total del aeropuerto donde se produjo e hecho, uno de los dos ubicados en la capital del país intercontinental.
