El Ministerio de Trabajo presentó una oferta que contempla una suba del 18.5%. El gremio de Caló reclamó un incremento cercano al 20%.
Las negociaciones por las paritarias en diversos gremialistas no logran concretar el acuerdo. Sin embargo, no todos corren con la misma ventaja. Es que, la paritaria de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) tuvo esta semana dos capítulos decisivos.
El Gobierno resignó la pauta salarial de 15% para los aumentos de este año y el Ministerio de Trabajo asumió la imposibilidad de sostener ese tope y propuso, como opción mediadora, una suba de 18,5% que será la base para una nueva audiencia que mantendrán el gremio y las cámaras empresarias de la actividad. El resultado de la discusión de los metalúrgicos es clave como referencia para las negociaciones del segundo trimestre del año.
En la discusión del lunes, el gremio que lidera Antonio Caló reclamó un aumento cercano al 20% y que ascendía al 27% para el salario inicial de la actividad. Sin estar tan de acuerdo, Trabajo ofertó subir 2.5% la base de ingresos del sector (basado en el impacto en las categorías inferiores de un pago de $ 4.000 que rigió el año pasado) y luego computar a partir de ese nivel dos aumentos acumulativos, de 10 y 5%, respectivamente.
Tras esa audiencia hubo otro encuentro en la sede de la UOM: concurrieron autoridades de las cámaras Adimra (la de mayor cantidad de empresas asociadas), AFAC (autopartistas), Fedehogar (electrodomésticos), Camima (pyme), Caiama (aluminio) y Afarte (terminales electrónicas) para intentar un acercamiento. Sobre la base de la propuesta oficial, que contaba con adhesión entre los ejecutivos, el gremio reclamó además incorporar una suma fija no remunerativa de $ 5.000 como actualización del monto acordado el año pasado.
La paritaria de UOM tiene incidencia directa en el bolsillo de más de 200 mil operarios metalúrgicos de todo el país.
