Salió a la luz una grabación de cámaras de seguridad que la muestra ingresando al juzgado junto a un equipo de filmación.
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona continúa envuelto en una fuerte polémica, luego de que se filtrara un comprometedor video que pone en el centro de la escena a la jueza Julieta Makintach, una de las magistradas a cargo del proceso judicial.
En las imágenes, registradas el pasado 9 de marzo —exactamente una semana antes de que comenzaran las audiencias—, se puede ver a la jueza ingresando al juzgado acompañada por cinco personas que portaban equipamiento de grabación profesional. Fuentes aseguran que esta comitiva habría estado vinculada a una supuesta producción documental encargada por la empresa Pegsa Group S.A.
La filtración del video derivó en una rápida intervención de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín, que por orden de la fiscalía realizó seis allanamientos en domicilios vinculados a dos productoras audiovisuales: Feel Co y La Doble S.A. Durante los operativos se incautaron cámaras, discos duros, teléfonos celulares, micrófonos y otros elementos tecnológicos.
Al momento de ser identificadas, las personas que aparecen en el video negaron estar realizando un documental, aunque sí admitieron haber recibido autorización directa de la jueza Makintach para ingresar al tribunal. El vídeo muestra que accedieron al edificio por el elevador exclusivo de magistrados, lo que refuerza las sospechas sobre un vínculo entre la funcionaria judicial y las productoras.
En medio de esta controversia, se produjo un cambio inesperado en la conformación del tribunal oral que lleva adelante el juicio. Originalmente, el mismo estaba presidido por el juez Maximiliano Savarino, pero en una sorpresiva modificación de roles, Savarino pasó a desempeñarse como vocal, mientras que la jueza Makintach asumió la coordinación del debate. La única explicación oficial brindada hasta el momento es que se trató de «una cuestión administrativa«.
Como consecuencia de estos hechos, el juicio se encuentra suspendido desde hace siete días, mientras se investigan las posibles irregularidades. Todo indica que este no será el último capítulo en una causa que ya viene cargada de tensión y controversias.
