La empresa habría abusado de su posición dominante en el mercado de publicidad digital.
La jueza federal Leonie Brinkema sentenció que Google recurrió a prácticas monopólicas con la formación de un servidor de anuncios para editores y la plataforma de intercambio de avisos. La acusación incluye la adquisición de competidores, el control de transacciones de mercado y la toma de medidas anticonsumidor. El juicio había comenzado en noviembre de 2024, durante la gestión de Joe Biden.
El fallo dictamina que: “Durante más de una década, Google ha vinculado su servidor publicitario para editores y su plataforma de intercambio de anuncios mediante políticas contractuales y la integración tecnológica, lo que le ha permitido establecer y proteger su poder monopolístico en estos dos mercados. Google consolidó aún más su poder monopolístico imponiendo políticas anticompetitivas a sus clientes y eliminando características deseables de sus productos». La justicia concluye que esta posición de poder le permitió cobrar precios excesivos y obtener una participación mayor de cada transacción.
Google tiene un plazo de siete días para presentar un plan de medidas correctivas. La justicia exige que se divida el negocio publicitario para expandir la competencia, se rompan acuerdos con Apple, se venda el navegador Google Chrome y el servicio Google Ad Manager.
Por su parte, la empresa tecnológica confirmó que recurrirá el caso. Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Reguladores de Google, compartió un comunicado en el que asegura: «Hemos ganado la mitad del caso y vamos a recurrir la otra mitad«. Con respecto a estas medidas, el fallo también remarca el: “incumplimiento sistemático por parte de Google de las normas probatorias relativas a la destrucción de pruebas y su uso indebido del secreto profesional entre abogado y cliente”.
La justicia de EE.UU. también tiene otro caso pendiente la semana que viene con respecto al motor de búsqueda Google Search y la investigación de una situación monopólica similar.
