Anderson Torres fue apresado en el aeropuerto de Brasilia, cuando llegaba de unas vacaciones en Estados Unidos. El Tribunal Supremo de Brasil considera para la detención que “la invasión solo pudo ocurrir con la anuencia y hasta la participación efectiva de las autoridades competentes de la seguridad pública y la inteligencia”.
El exministro de Justicia en el Gobierno de Jair Bolsonaro, Anderson Torres, fue detenido por la Policía Federal este sábado en Brasilia. Su detención fue ordenada en el transcurso de la investigación que se realiza por el intento de golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva. Se le acusa de no impedir los ataques en su condición de secretario de Seguridad Pública de la capital del país cuando las instituciones de estado fueron asaltadas.
Torres se encontraba en Florida de vacaciones con su familia, igual que Bolsonaro, cuando se produjo el llamado ‘asalto al Capitolio brasileño’ el 8 de enero pasado. Fue detenido en el aeropuerto tras desembarcar procedente de Miami en un vuelo de la compañía Gol que aterrizó a las 7.17 horas.
El Tribunal Supremo había ordenado el arresto preventivo de Torres por su supuesta responsabilidad de no impedir los ataques perpetrados por miles de bolsonaristas, además considera que la invasión solo pudo ocurrir “con la anuencia y hasta la participación efectiva de las autoridades competentes de la seguridad pública y la inteligencia”. Al conocerse la noticia anunció que iba a regresar para presentarse ante la Justicia, pero hasta hoy no lo había hecho.
El actual ministro de Justicia, Flávio Dino, había dicho este viernes en una rueda de prensa que esperarían hasta el lunes, pero si Torres no regresaba, solicitarían su extradición. Además había informado sobre la intentona golpista de que el dispositivo de seguridad de Brasilia fue alterado horas antes de la manifestación de tal forma que se redujo significativamente el número de efectivos policiales desplegados en la Explanada de los Tres Poderes.
En el domicilio de Torres hallaron un borrador de decreto presidencial denunciando injerencia federal del Tribunal Supremo Electoral para abrir la puerta así a alterar el resultado de las elecciones de 2022 que supusieron la derrota de Bolsonaro y el regreso de Lula a la Presidencia, un documento que se conoce ya como el “borrador del golpe de Estado”.
