La ex vicepresidenta apela a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y busca correr con la misma suerte que Gusavo Petro y su caso en Colombia.
Cristina Fernández de Kirchner no se resigna. Aunque fue condenada por la Corte Suprema a seis años de prisión e inhabilitación perpetua, la expresidenta prepara una ofensiva internacional para intentar revertir el fallo y competir en las próximas elecciones bonaerenses, el 7 de septiembre.
Su abogado, Carlos Beraldi, confirmó que presentará el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Pero lo que no se dijo oficialmente es que dos abogados de un prestigioso estudio estadounidense ya visitaron la sede del organismo en Washington, ubicada a solo 300 metros de la Casa Blanca, para avanzar con los detalles técnicos de la presentación.
Cristina ya tiene redactado el escrito con el que pedirá una medida cautelar que suspenda el fallo de la Corte argentina. Como antecedente, citará el caso de Gustavo Petro, actual presidente de Colombia, quien en 2013 fue inhabilitado por 15 años pero logró que la CIDH lo habilitara para ser candidato. La Comisión consideró que su inhabilitación violaba el artículo 23 de la Convención Interamericana, que garantiza el derecho a votar y ser elegido. En 2020, la Corte Interamericana ratificó ese criterio, y entre los jueces que firmaron estaba Eugenio Zaffaroni, exmiembro de la Corte argentina y referente kirchnerista.
Una estrategia contrarreloj con antecedentes polémicos
La presentación ante la CIDH no es idéntica al caso colombiano. Cristina fue condenada por corrupción tras un proceso judicial de 17 años, con intervención de todas las instancias: juez de instrucción, Tribunal Oral Federal, Cámara de Casación y Corte Suprema. En cambio, Petro fue destituido por una sanción administrativa sin juicio penal.
A pesar de esa diferencia, Cristina sostiene que fue proscrita y que la Justicia le violó el derecho de defensa. Su pedido es claro: quiere ser candidata y necesita estar en libertad para hacer campaña. Por eso, sus abogados pedirán que la Comisión suspenda el fallo de la Corte hasta que se analice el fondo del caso.
El tiempo juega en su contra. El fallo de la Corte Suprema ya está firme y la campaña electoral avanza, pero la expresidenta apuesta todo a esta jugada internacional. Sabe que la Comisión Interamericana es su última carta. Y está dispuesta a jugarla hasta el final.
Con información de TN